El mejor restaurante en La Habana: El Olivo, en Miramar 



"El Olivo" es un restaurante estrella de mesa buffet en La Habana. Como dijera mi hijo Jorge: "Es mesa buffet con comida de calidad gourmet, muy concurrido". Su dueño es Jose Antonio Rodríguez Daudinot

Es mesa buffet con comida de calidad gourmet, muy concurrido.. Jorge Pareta Romero.

La popularidad de este emblemático restaurante ha crecido exponencialmente gracias al amor con que se trabaja, la maravillosa atención al visitante y el celo por la calidad del servicio. 

Es por ello que se ha convertido en el mejor restaurante buffet de La Habana, y de Playa, Miramar, en particular. 

Vas a encontrar allí desde un vecino del barrio, a un estudiante, un embajador, un músico, un artista de la plástica, un médico, un científico, un turista, un constructor, un deportista, la familia que acaba se salir del teatro Karl Marx y busca dónde cenar algo espectacular, a un precio especial...

Los clientes se marchan satisfechos y con deseos de retornar pronto. 

Disfruta la calidez del trato y no te pierdas la oportunidad de conversar con Jose, que es un experimentado y simpático chef con éxito en España y Estados Unidos, entre otros paises, pero le encanta desenvolverse en Cuba. 

El restaurante se ha mudado para un local más amplio y hermoso, ubicado en Calle 6 #102, entre 1ra. y 3ra., Miramar, Playa, La Habana. Esto es a media cuadra del círculo social "Cristino Naranjo" y a dos cuadras del Teatro Karl Marx.

Disfruta de su exitosa mesa buffet, ahora más amplia y hermosa. ¡Y tambien de su parrillada! Sin dudas, es la mejor mejor parrillada de la Habana. No dejes de probar el cerdo asado con el mojito especial del Olivo, o los trocitos de cerdo al pincho. 

En la mesa buffet disfruta de la ropa vieja, el lomo ahumado, el pollo asado, el cordero, el pescado, pizza, espagueti, vegetales llegados del paraiso... 

Cada vez que deseo salir a comer con mi familia la elección es esa: El Olivo.  Es para mí el mejor restaurante de La Habana.  

IMPORTANTE: Para hacer tu reserva, llama al 7 203 5915. El servicio del restaurante Olivo se vio afectado a causa de la pandemia de la Covid 19. Sus actividades se recuperan gradualmente.

Nuestro proyecto no es lucrativo, es un aporte para rescatar la tradición de la gastronomía de mi pueblo, de mi gente. Está representada en nuestros garbanzos, en la ropa vieja, en el picadillo a la Habanera... La comida de nuestras abuelas no tenía sazón completa. Nosotros empleamos el ajo, la cebolla, el tomate, todo natural, la verdura en toda su gama, zanahorias, apio, puerro… Buscamos una comida sana. Que disfrutes primero una verdura, luego una fruta, a continuación el arroz, los frijoles, y lo que desees agregar… No olvidemos que la prolongación de la vida en La Tierra está determinada por lo que la gente come…    José Antonio Rodríguez Daudinot, titular de "El Olivo".


Un poco de historia…

Hace unos 35 años tuve el honor de conocer a Jose Antonio Rodríguez Daudinot desde que era un joven estudiante universitario, cargado de sueños y ocupándose desde ese entonces en hacerlos realidad. Tanto Jose, como Cuca, su madre, eran pacientes de Bedelia, mi esposa, en el policlínico de Arroyo Arenas.

Cuando los visitábamos, nuestros niños Jorge y Carlos, disfrutaban recogiendo mangos del terreno que rodeaba la casa. Y se encaramaban en una carretilla de constructor.

Desde esa época, Jose confeccionaba unos cakes y dulces que aparte de ser una delicia, eran obras de arte. Recordando aquellos tiempos, dice Jose: “¡Cuántos merengues batimos!”.

Con el paso del tiempo, Jose fue nutriéndose de diferentes vertientes como la cocina doméstica y cosmopolita española, de forma autodidacta primero, y luego académica en la Escuela Internacional Cancabasa Castaño de Barcelona, graduado como cocinero.

También aprendió de numerosos intercambios en la cocina danesa, francesa y del norte de África, y el desempeño como jefe de cocina, en la cadena de restaurantes “Las Ramblas”. Posteriormente, Chef en la cadena hotelera barcelonesa GGB.

Y Jose se decía: “Esto tengo que llevarlo algún día a mi país. Fusionar todo lo que he aprendido con lo que tenemos allá. Ese se convirtió en mi afán. Yo sabía que era capaz de lograrlo.” 

Continuaba expresando: "Al leer en un titular de periódico de Barcelona: “Cuba, un mundo de nuevas oportunidades”, me dije: “Ésta es la mía, voy para allá”. Ya tenía conmigo todo el conocimiento y la experiencia necesaria. Llegué a Cuba, “moví los caracoles” y poco después se fundaba El Olivo Viñales.” 

Tengo el honor de que mis dos hijos instalaran las pantallas de video y el sistema de audio de la sala principal del restaurante, y yo, de diseñar a Jose el logo del restaurante, que se ha venido empleando hasta hoy. Aquí se los muestro:

 

Recuerdo que en visita a Viñales, pude observar cómo los turistas hacían fila para almorzar y cenar allí. El único sitio de Viñales en que se podía ver eso. 

En una ocasión escuché a Jose decir: “Mi mayor virtud ha sido encontrar y preparar a un colectivo de trabajadores que han hecho posible todos los logros que hemos obtenido.”

Poco tiempo transcurrió y en 2013 nació El Olivo en calle 36, Miramar, La Habana. Fue un éxito total. Lo que más gustaba a los comensales era el encanto de los platos que allí se ofertaban. A continuación un anuncio que aparecía colocado en el área exterior del restaurante.


Me honra hacerles partícipes de un proyecto que se nombra “El Olivo”, que constituye símbolo de la cuenca del Mediterráneo. Responde al propósito de lograr la más novedosa oferta a partir de la fusión y diversidad de la cultura culinaria mediterránea con la cubana. Todo ello en estrecho vínculo con la comunidad de su entorno. Es importante desarrollar acciones de capacitación técnica, incentivar y promover una alternativa integradora asequible al cliente, con la noble intención de brindar salud alimentaria y espiritual, traducido como salud para el cuerpo y el espíritu. Jose Antonio Rodríguez Daudinot.

En Viñales y calle 36, el servicio era a la carta, caracterizado por la diversidad de elementos que incluía, carnes, verduras, mariscos y pescados, es decir: la simbiosis de elementos del mar y la tierra, quesos con vino, verduras y especies con arroces, a partir del predominio del aceite de olivo y los frutos secos como base medular de la comida. 

Este servicio brindó al restaurant identidad propia ofertando entrantes fríos y calientes, ensaladas, repostería, vinos y cavas. En la foto que sigue, uno de los salones de calle 36.


He sido testigo de todas las etapas que ha ido atravesando El Olivo, cómo se han esforzado en aras de brindar el mejor servicio a sus clientes, y de rescatar la tradición de nuestras abuelas, con un toque mágico proveniente de las experiencias culinarias de Jose Antonio en Europa y Estados Unidos.


Todo el mundo debería fijar preferentemente su atención en la calidad de los alimentos que consume. Es importante aprender a conocer acerca de la calidad de las carnes, aves y pescados, así como verduras. De ello dependerá la salud de la familia, y ésta es precisamente la misión que nos ocupa.. Jose Antonio Rodríguez Daudinot.



Jorge, Jorgito, Jose y Bedelia, en la reinauguración del Olivo


Hace ya unos cuantos años, Jose Antonio me comentaba: “El arte culinario que viene de mis ancestros, en la persona del abuelo, me marcó un acentuado amor y la iniciación en los secretos del paladar desde la niñez.”

En 2016 se abre El Olivo en un nuevo local, situado en calle 20 entre 3ra y 5ta, Miramar. Allí comienza a materializarse el nuevo servicio de mesa buffet, que en muy breve plazo se hizo muy popular. La demanda creció exponencialmente. Todos deseaban degustar los platos que allí se ofrecían.


Por dificultades no imputables al restaurante, el servicio tuvo que recesar a fines de 2018.

Es en noviembre de 2019 cuando renace, como el Ave Fénix, El Olivo con un esplendoroso local, de mayor tamaño y confort.

La tarea para revivirlo fue ardua. Apareció un sitio donde edificar el restaurante. Observa un fragmento en la foto que sigue. Podrás imaginar como hubo que trabajar para disponer de la hermosa obra que visitas hoy.


La obra civil se realizó con el apoyo de todo el personal del Olivo (cocineros, dependientes, y personal administrativo), de la familia y de muchos amigos. 

Se garantizaron los proyectos, documentos legales necesarios, y las duras actividades de la construcción como demoliciones, carga de escombros y materiales de construcción, en fin, haciendo todo lo que fuera necesario. 

Estuvo Jose Antonio al frente y “Tito” como su mano derecha. Jose agradece a todos por el incondicional apoyo recibido.

Se trabajó día tras día, por meses, hasta terminar la obra. Los vecinos de los alrededores, muy felices, pudieron constatar cómo paso a paso se desarrolló la obra. 

También vieron renacer a su "Mercado 017", que se encontraba en ruinas, y fue reconstruído por el personal de El Olivo. Ya está listo para prestar sus servicios a los vecinos. Ambas obras se dedican al 500 Aniversario de La Habana.

Fue decisivo el apoyo de todas las autoridades implicadas en el tema, desde el punto de vista político, constructivo, bancario, y de legalidad del proyecto. Ha sido un ejemplo de la disposición del gobierno, y las entidades estatales con esta obra. Se han fundido esfuerzos de la economía estatal con la no estatal. Se beneficia la cultura culinaria de Cuba.

En la actividad de inauguración de la nueva sede de El Olivo, Jose expresó ante los invitados y vecinos de la cuadra, refiriéndose a Cuca, su madre, nieta de mambises, que siempre le brindó mucho apoyo: “Desde aquí te digo, Cuquita, que esa maleta con que tú llegaste a La Habana, llena de periódicos, está completamente llena de valores, inconmensurables." Luego agregó: "¡Gracias familia, gracias a todos!”


De inmediato comenzó la afluencia de sus fieles clientes, y de muchos que se enteraron de la apertura del restaurante, ahora ubicado en Calle 6 No. 102 entre 1ra y 3ra, Miramar, a pocos metros del Teatro Karl Marx. 

En mi novela de autoayuda "Orgasmo Mágico", dos subtramas se desarrollan en este querido restaurante.


Te presento una de ellas:

... Salieron a la calle y caminaron hasta Zanja. Casi al momento apareció un auto Lada algo destartalado, manejado por un joven alegre de unos 30 años. Le sacaron la mano y frenó. —¡Buenas noches!, ¿A dónde los llevo? —Preguntó el chofer, con una sonrisa en los labios—. Me parece que debo llevarlos a un sitio romántico. —Así es —respondió Francesco con una tarjeta en su mano izquierda—. Deseamos ir a un restaurante que está en… calle 6 entre 1ra y 3ra, Miramar… —¡Ah! ¡El Olivo!, un sitio muy agradable. —¿Lo conoce? —preguntó Francesco. —¡Claro! Allí llevo a mi novia para que me perdone cada vez que hago alguna travesura —agregó el chofer, mientras les abría la puerta trasera y les ayudaba a subir al auto. —¿Y haces muchas travesuras? —preguntó Eva, sonriente. —Bueno… de vez en cuando —respondió con una sonrisa pícara. Todos rieron a carcajadas. A los pocos minutos se encontraban frente al restaurante. —¡Llegamos! Si lo desean paso más tarde a recogerlos. Tomen mi tarjeta. Allí está mi número del móvil. —¡Gracias! Pero ahora nos quedaremos por esta zona. Quizás mañana te llamemos por el día —comentó Francesco. Le pagaron y se despidieron. En la terraza delantera del restaurante encontraron a un grupo de personas haciendo fila, pero Francesco había reservado una mesa. A la entrada, a Eva le llama la atención un bello cuadro. —Francesco, un segundo… déjame ver esto —Y se quedó ensimismada observando cada detalle. En eso, sale Gretter, la hija de Jose Antonio, el dueño del restaurante. —¿Te gusta?, está realizado por el artista plástico Choco. Se titula «La Virgen de La Caridad». —¡Me encanta!, está muy hermoso —respondió Eva, interpretando ese momento como un mensaje de respuesta de la virgen, acerca de su relación con Francesco. Continuó observando la obra durante unos segundos, y en ese lapso de tiempo pidió mentalmente a la virgen que la siguiera ayudando. Gretter los invitó a pasar y los llevó a su mesa. —Eva, ayer almorcé aquí. La comida es excelente, con un sabor único, y la atención maravillosa —dijo Francesco, mientras se dirigían a escoger los alimentos que les apeteciera. Minutos después estaba frente a ellos José Antonio. Les preguntó cómo se sentían y su opinión acerca de lo que estaban comiendo. Conversó un rato y ordenó que les sirvieran unas copas del mejor vino tinto de la casa. Fue una velada estupenda... (c) Jorge Pareta  


"La Virgen de La Caridad", obra del artista plástIco Choco.


Para terminar, te invito al restaurante el Olivo. 

     


Calle 6 No. 102 entre 1ra y 3ra, Miramar. Para hacer tu reserva, llama al 7 203 5915. Llama para actualizar elhorario y modalidad de servicio, acorde a la nueva situación del coronavirus..

Jose, mi hermano: ¡Felicidades y éxitos!


restaurante el olivo, el mejor restaurante de la habana, el mejor restaurante de cuba, el restaurante mas popular de la habana, restaurantes mesa buffet habana, restaurantes mesa sueca habana, restaurantes autoservicio habana,restaurantes en playa la habana, restaurantes en la habana cerca del mar, paladares en la habana, restaurante cerca del vedado, restaurante olivo tripadvisor la habana, mejor restaurante habana, mejor mesa buffet de la habana, mejor restaurante de miramar, mejor restaurante cerca del mar, restaurante cerca del teatro Karl Marx, restaurante cerca de la puntilla, cuca daudinot, jose antonio rodriguez daudinot, mejor parrillada de la habana, restaurante el olivo cuba, el olivo buffet, mesa buffet en la habana, mesa buffet el olivo, mesas suecas en la habana, mesas buffet en la habana cuba, el olivo original